Crónicas de Minga Metal
La juventud .
Hoy más que nunca la juventud está enfocada hacia los deseos frívolos, al concepto de dinero, la diversión, el relajamiento y libertinaje, o en su defecto la búsqueda absoluta del estatus social. Los jóvenes se preparan para ganar dinero y salir de las carencias en sus hogares; los padres educan a sus hijos con un solo objetivo, lo material; ya que se convierte en su principal meta; esto causado por el daño ejercido sobre la psiquis del ciudadano promedio, por las herradas y desatinadas políticas del consumismo mediático. Se estimula a los adolescentes sin saber, a lo superfluo; haciendo énfasis en lo que se posee, o se compra, descuidando enfoques tan importantes como la espiritualidad y la ética. Normas básicas para forjar la buena personalidad, en favor de una república justa y sana. Además se piensa que para que el joven disfrute de la vida, se le exige exclusivamente en su desarrollo, la educación académica y se presiona simplemente por el paso a la universidad, descuidando el desarrollo y la orientación psicológica del alma.
No quiero decir que la etapa intelectual en un joven, no sea paso importante en su formación, puesto que abrirá muchas posibilidades para un buen estatus económico; mas lo académico no deja de ser una simple herramienta en el proceso de aprendizaje, pero desafortunadamente no es lo que hará crecer como parte integral de una sociedad madura, menos le hará adquirir la felicidad y la estabilidad emocional como individuo.
Muchas veces se piensa que una carrera
universitaria es la fórmula del éxito, que lo que allí se aprende es todo lo que
se necesita para ser alguien de importancia, por lo que la mayoría de los jóvenes que cumplen esta meta, infantilmente tienden
a formar una actitud de superioridad hacia la autoridad moral de los ancianos, los
adultos, o hermanos mayores, que por infortunio no tienen el nivel académico o las
posibilidades de efectuar estudios universitarios, pero si cierta capacidad de
razonamiento moral, por lo tanto el académico descalifica todo consejo u
orientación que pueda ayudarle a reafirmar, mejorar su experiencia espiritual y
ética de vida. Es por esta razón que sobre abunda la usura, la corrupción y la
falta de ética en la mayor parte de los profesionales en todos los países
capitalistas.
Es triste afirmar que no todos los padres
están en el nivel de iniciar y reafirmar a su hijo para una experiencia basada
en la espiritualidad, la ética, y la moral, porque ellos también carecieron de
una educación espiritual; educación que solo se basó en lo académico y la religión.
No confundamos espiritualidad con religión
(ver capitulo 5, la religión).
La espiritualidad en pocas palabras es: la evidencia intrínseca de la
existencia de un yo, que trata de formar el alma en el conocimiento, la que a su vez perfeccionara el cuerpo
psíquico en la materia que lo compone. (Esto
lo veremos más profundo en otro capítulo: la espiritualidad)
La educación formal en el tercer mundo como
lo dije antes, es tan solo una quimera académica, enfocada en gran parte en formar
un estatus económico en la persona, que si se tiene suerte, dinero e
influencias, el joven podrá encontrar fácilmente un trabajo bien remunerado, teniendo
en cuenta que la gran mayoría de las veces estos jóvenes quedaran a merced de
los pulpos esclavistas modernos, los que pagaran miserablemente su trabajo, sin
antes fomentar el miedo al riesgo de un despido, por lo cual se reafirma el
conformismo, (para no quedar sin trabajo),
sumando la presión psicológica que ejercen los padres a sus hijos, en razón de las
expectativas económicas futuras, que se espera del joven profesional, para la
subsistencia de él y su familia.
Ahora bien; los jóvenes fuera de serie o
más aventajados intelectualmente en el conocimiento académico y con muchos
proyectos para exponer en la evolución científica e industrial de un país; terminaran
por saber que están en una región que les da la espalda, porque no hay
industria y menos se incentivara el conocimiento científico o experimental, donde
ellos puedan aplicar los conocimientos obtenidos en todos los largos años de
estudio; por ende, muchos se convertirán
en cerebros fugados, aprovechados por la industria y laboratorios capitalistas
del norte y otros en la mejor manera, serán activistas políticos de los grupos
revolucionarios, tratando de reafirmar la carencia ética y espiritual, pero
olvidando por completo sus conocimientos académicos.
Sarcásticamente hablando: A los demás, o el remanente, la fortuna les sonreirá con un empleo regularmente pagado, una hipoteca eterna y un deseo por consumir cuanta chuchería salga al mercado, esto para sentirse exitosos. Indiferentemente elegirán a menudo mandatarios y gobernantes sin conciencia; peor aún, los que les ofrezca la televisión del estado; donde son presentándolos como máximos exponentes de la política y la efímera salvación de la “patria”. Asistirán a sin número de eventos musicales, (ya desactualizados el mundo), incentivados con grandes carteles de propaganda, que digan: tu última oportunidad de verlos hoy en vivo, (ya viejos y acabados). Si estas de buenas y olvidando prioridades tendrás un carro nuevo que pagaras a las corporaciones con el sudor de tu trabajo, por solo cinco años, y con un bajo interés, (eso te harán creer) , algunos serán fanáticos del deporte, apoyando deportistas sin ningún compromiso, (que solo compiten por el dinero que ganan), encontraras una buena mujer o en su defecto un buen hombre, que desecharas más tarde por que no cumplen las normas de sexapil o estatus económico esperado; pero al final encontraras el amor con tu medio problema; te pelearas con él o con ella por machismo, feminismo, el fanatismo, por el rojo o el azul y ojala no te separes tan pronto, criaras hijos llenos de permisividad y consentidos, sin normas éticas, ni morales, más bien apegados a los conceptos de la Internet o televisivos; unos serán machistas y otras feministas, ¡ojala no homosexuales! pero si es así, lo apoyaremos para que sea travestí ya que es un “país libre” y demócrata, por último se repetirá la historia una y otra vez, generación tras generación, Per omnia sécula seculorum. Amen.
La juventud ya no se reconoce como una
etapa más por camino de la corta vida, en nuestra tercera dimensión, más bien
deseamos y queremos tenerla eternamente, llegando a convertirla en un producto
consumo y moda. Hoy se es metro-sexual o sexapil, unos ya no quieren ser adolescentes y menos viejos; porque los estándares creados por los medios de comunicación
promueven el consumismo para poseer la juventud eterna y la personalidad
superflua; esto hace que no aceptemos la juventud como una etapa natural del
desarrollo del hombre, como lo es la madurez, la vejez o la ancianidad; estas
últimas las consideramos como anomalías o en el peor de los casos enfermedades.
Hasta la misma ciencia se preocupa del sofisma de la eterna juventud; tenemos
drogas, pastillas, menjurjes para todo. Cuando adolescentes, queremos aumentar algunas
veces los años y cuando maduros, quitárnoslos. Exponemos nuestros cuerpos a peligrosas
técnicas invasivas para “parecer jóvenes” mientras que nuestro espíritu está obeso, en penumbras y lleno de arrugas por el olvido. Nos preocupamos más por cómo nos
vemos, como aparentamos y que carrera estudiar para tener mucha plata, pero en
el fondo sus personalidades son muy débiles e inseguras, para afrontar el
trasegar por la corta existencia. No se nos puede decir viejo, sino joven
maduro, ni anciano sino jóvenes adultos, puesto que nos sentimos rebajados e
incómodos; ¿acaso es esto personalidad?
En cuanto a los adolescentes actuales, incluyendo a los jóvenes de finales del siglo XX y comienzos del XXI, se les denota un retroceso de los conceptos altruistas, espirituales, y de compromiso social, con relación a la generación de los años 60 y 70; (no generalizo en ninguno de los dos casos) porque en los 60 y 70 tan solo los jóvenes hippies espirituales y los revolucionarios políticos, no representaron más de un 30% en relación a la totalidad de los jóvenes de aquella época, que comparado con hoy en día solo es el 20% pero estos pocos jóvenes rebeldes de los setenta fueron sin lugar a dudas, el comienzo de la liberación mundial de todos los estándares totalitarios, conservadores y absurdos del comportamiento social; en cuanto a la ética, la moral y la religión, la que se practicaba hasta ese momento en el tiempo, por parte del estado y la familia.
Las juventudes de nuestros días, tienen una deuda moral con ese treinta por ciento de jóvenes de los años cincuenta, sesenta y setenta del siglo veinte, en cuanto a que se colocaron las bases de una nueva cultura basada en el compromiso social y político tanto el amor, la convivencia y el sentido moral en favor de la existencia de todas las especies, incluyendo a el hombre; jóvenes que se enfrentaron en contra de la violencia familiar, tanto la del rígido estado político. Jóvenes que por sus posiciones de cambio basadas en la búsqueda del sentido práctico y profundo de la vida, reafirmando las ideas y posiciones altruistas, buscando siempre las igualdades sociales, que demarcaron para el futuro (hoy), la liberación de los estándares familiares, psicológicos, educativos, ecológicos y políticos, basados en normas rigurosas, en que los padres, maestros y gobernantes, eran educados negativamente, reprimiendo los ideales y los nuevos conceptos de las juventudes por siglos, con estándares, influenciados por la disciplina militar, el temor religioso, y el fanatismo, extraídos del siglo IXX, que muchas veces eran comunicados a través de la represión utilizando la violencia tanto verbal como física. (¡No culpo! a los abuelos y padres en ninguna manera, porque este estándar de comportamiento era influenciado a través de la mano de la religión y la burocracia política por muchos siglos atrás)
Hippismo
y revolución de la conciencia.
Recordemos:
El hippismo revolucionario
nace en Norteamérica entre finales de los cincuenta y los años 60; este
movimiento juvenil que reacciona inspirado por los desmanes ecológicos
mundiales y los conflictos políticos de la guerra fría, que enfrento los
prepotentes imperialistas guerreristas de los Estados Unidos, Inglaterra y
Rusia, que manipulaban descaradamente el
mundo; lo que a la postre desencadeno el despertar de sectores minoritarios de
la juventud, en contra de las aberrantes estrategias políticas y militares en sus
propios países; lo que tiempo después, se convertiría en un movimiento de
masas, teniendo en cuenta el agravante; que los jóvenes de estos países eran
obligados a participar fanáticamente de estas masacres, enviándolos obligatoriamente
a guerras de intervención, como la guerra de Vietnam, famosa por cruenta y
sanguinaria, y la guerra en contra de Corea, dividiendo un país e imponiendo
una frontera ficticia; el famoso paralelo treinta y ocho; estigmatizando a este
pueblo, llevándolos a ser dos enemigos irreconciliables por los intereses
mezquinos y absurdos del imperialismo yanqui.
Los Estados Unidos como siempre pierden
credibilidad ante el mundo sensato, por sus numerosas masacres y violencia
desmedida, que lo llevaría en esos días y por primera vez en su historia, a
perder estas “guerras” en dos frentes; primero en su país, por las continuas
rebeliones y protestas de los estudiantes universitarios revolucionarios, y a
su vez la falta de apoyo de su sociedad, que se refleja directamente en los drogados
jóvenes soldados y combatientes, atascados en el campo de batalla, del lejano
oriente.
Un ejemplo palpable del despertar de las
juventudes rebeldes en esos años tenemos entre otras: las recordadas protestas
mundiales de los estudiantes en mayo de
1968 en Francia conocido con el nombre del mayo francés; también en ese mismo mes y junio de este mismo año,
Alemania y latino América, unieron sus voces de protesta, en contra de los errores
y la demencia del imperialismo y el capitalismo.
Este movimiento hippie revolucionario, logra influenciar y concientizar fuertemente a gran parte de la opinión pública del mundo, en contra de las intervenciones militaristas, tanto de las políticas internacionales absurdas como la practicada sobre Cuba.
Una Estrategia diabólica.
Tiempo después los estamentos de seguridad como la CÍA y la burocracia militar de los Estados Unidos percatándose del despertar revolucionario de sus gentes, tanto en sus países aliados, pero lo que más dolía era que floreciera en los santuarios del imperialismo gringo, tanto que llego a pernear a sus fuerzas armadas. por lo tanto se concibe la peor decisión histórica en contra la humanidad; solo a los dementes capitalistas se les ocurre tales cosas; que para debilitar, desprestigiar y acabar con todos estos movimientos, y como ultima y desesperada estrategia para frenar su desprestigio y salvaguardar su estatus de imperio, abren la puerta del infierno a proliferación, comercialización y venta de drogas psicotropicas y alucinógenas, que serían enfocadas principalmente para afectar directamente a los jóvenes del movimiento revolucionario, convirtiendo a muchos de estos jóvenes con el pasar de los años una subcultura más en los países capitalistas.
Latino américa también es influenciada a mediados de los 60 por este despertar revolucionario, manifestándose primeramente en la clase burguesa como una subcultura. Mientras que en el pueblo, las primeras manifestaciones de las juventudes hippies, aparecen en nuestros pueblos por conceptos relacionados con las políticas intervencionistas, por parte del estado gringo en latino América. Paraguay, Brasil, Chile, Argentina y Bolivia done las dictaduras militares que eran auspiciadas y apoyadas por los organismos de seguridad como la CÍA y ONGs de los Estados Unidos, dando a lugar que las dictaduras agredieran y asesinaran salvajemente a sus pueblos en especial a sus jóvenes rebeldes entre 1954 y 1976. Mientras que en Colombia en especial Bogotá y Medellín el factor importante, que da inicio popularmente al movimiento, se centraba en el maltrato de los padres, maestros y las autoridades militares y religiosas en contra de la libre expresión y la autodeterminación individual del adolescente; tanto en los asuntos espirituales, políticos sociales y educativos, que eran impuestos en aquellos días. Es de aclarar que la violencia política en Colombia, en que desangraba a la república, en los campos y territorios nacionales, era ignorada por la mayoría de los habitantes de las principales capitales de Colombia, Por esta razón, este movimiento juvenil aporta y despierta más la conciencia social de la juventud adolescente en favor de estos problemas, dando un leve impulso a las juventudes revolucionarias.
El movimiento hippy cambio en cierta forma a la juventud latinoamericana, en la percepción de la realidad internacional de nuestro mundo, la que nos era oculta hasta esos momentos. Se despiertan todos los sentidos como: los ecológicos, las relaciones humanas, la educación, la política, las artes, y la filosofía. Este pequeño fenómeno juvenil despertó a una numerosa sociedad “que vivía en el siglo IXX; (si comparamos los logros sociales de los países del norte del planeta”), lo que obligo y persuadió a Latino américa, a la entrada de lleno al siglo XX con sus errores y cualidades.
Con el fugaz despertar internacional, de las juventudes del planeta, las drogas psicotrópicas formaron rápidamente parte de toda esta generación de inconformistas en el planeta; al comienzo no como un vicio, sino como experimentación de nuevas formas de conocimiento psíquico y búsqueda de espiritualidad, pero a la larga una gran mayoría de adolescentes, que ajenos a las verdaderas corrientes y conceptos hippies y revolucionarios, terminaron por ser cómplices indirectamente de la exitosa estrategia de la CÍA, engendrada para desvirtuar estos movimientos juveniles, que más tarde fueron adoptados como la moda del momento por muchos de ellos, lo que despertó en muchos adolescentes la búsqueda desenfrenada de sensaciones que terminaron en el descontrol y el vicio, esto causado por la falta de orientación y conocimiento ético y filosófico en su psiquis, también por la falta de bases en los conceptos espirituales
Pero debemos repetir una vez más, para aclarar lo oculto e irracional de la política del estado gringo; que este despertar de las drogas se debió exclusivamente por la urgencia de los estamentos de seguridad de los Estados Unidos de norte América, a los que no les convenía esta clase de movimientos, que se gestaban en todo el mundo, y sobre todo en su país, convirtiéndose en un problema estratégico para sus políticas capitalistas y colonialistas. Por este motivo se propaga mediáticamente la moda del consumo de drogas, afectando e invalidando las tendencias juveniles anti-imperialistas como el hipismo revolucionario en su propio país, y la lucha de clases en el mundo. Algo muy parecido en nuestros días con el sofisma del “terrorismo”.
La campaña para la proliferación masiva de
drogas alucinógenas y psicotrópicas auspiciada y realizada por los medios de
comunicación, se efectuó internacionalmente a través de conciertos como el
festival de Woodstock, y el de Rolling Stones - Gimme Shelter, entre otros,
donde se repartieron gratis grandes cantidades de drogas como la mariguana y drogas
químicas alucinógenas como el LSD y los ácidos; aprovechándose del surgimiento
de importantes agrupaciones musicales de Rock como de artistas de esa época, muchos
de la cuales fueron utilizadas inconscientemente para este objetivo, sin ser
parte directa de este oscuro montaje político; estos integrantes del arte
también fueron víctimas de mal de las drogas, que se adueñó, por su puesto, de
sus mensajes rebeldes.
Le debemos dar las gracias a los políticos y
magnates sionistas de los Estados Unidos, que para desvirtuar y acabar los movimientos
anti-imperialistas juveniles en el mundo, permitieron y provocaron directamente
el fenómeno del narco tráfico, como productores a México, Perú y Colombia con
sus trágicas y concebidas consecuencias hasta el día de hoy, a lo que le
sumaremos tristemente la proliferación y dependencia del consumo de todas estas sustancias en la juventud
latinoamericana.
Los iconos de esta generación de revolucionarios de los 60´s y 70´s estaban representados por personajes como: Ernesto che Guevara, Fidel castro, el resurgimiento de Jesucristo, no como religión, sino como modelo revolucionario y espiritual, Martín Luther King, Mahatma Gandhi grupos musicales como: Pink Floyd, Génesis y Yes de Inglaterra, los Beatles, Jimmy Hendrix, King Crimson, Violeta Parra, Piero, Pablo Milanés, Nino Bravo, Atahualpa Yupanqui, entre muchos.
Libros y escritores como: Lobo estepario, el nuevo testamento, la Biblia, Salvador
gaviota, Lobsang Rampa, Frank Kafka, García Márquez en sus primeros tiempos, Pablo
Neruda, etc.
Películas
como: Busco mi destino, la naranja mecánica,
Jesucristo Súper Estrella, The Wall y muchas más.
Estoy por creer que esa generación de
jóvenes inquietos, arriesgados, con filosofía y amor por su planeta, no la
volveremos a ver en un futuro próximo. En cambio que tenemos hoy; la generación
de la moda, llámese los Rockeros, Metaleros, Rumberos, ballenateros, salseros Emos, raperos, Regetoneros,
Puqueros, etc. jóvenes perezosos, sin cultura, sin problemas, sin compromiso, porque todo lo consiguen a la mano de sus padres y bastante fácil, algunos
dados a la Internet, las drogas y el alcohol como vicio, supremamente
superficiales materialistas, cachetones y gorditos, porque no hacen nada, ni
ejercicio físico; viven enajenados por Messenger, Facebook, no cogen un libro ni para
cambiarlo de lugar, claro está, no son todos, pero me atrevería a dar una cifra
aproximada de un 70%; jóvenes que no tienen un proyecto espiritual o
filosófico, por lo cual se hacen manipulables mentalmente por la información
tergiversada, la que no es coherente ni concisa, y que además, aletarga los
sentidos; desinformación que es avalada en los colegios, universidades, por
la televisión, la música y la Internet, de lo cual no sólo se le debería culpar al estado, al que principalmente le conviene fomentar la ignorancia, sino
también a los padres que se desligan con indiferencia de la orientación
espiritual de sus hijos y que muchas veces ellos mismos tampoco conocen ni
ejercen. También el desinterés de los jóvenes por la cultura, las artes y la
experimentación científica; todo esto patrocinado por un estado dirigente retrograda,
mediocre en complicidad de las democracias imperialistas.
Es peligroso para un país o cultura terminar en la decadencia de los jóvenes, puesto que conlleva a un aletargamiento del desarrollo social, científico, moral, y ético, que no favorece a nadie; sólo a los intereses de los políticos de turno, a los religiosos y los fondos económicos internacionales de consumo.
Para finalizar este capítulo leer las palabras del apóstol Pablo, que nos dará una luz sobre estos temas. (Romanos 1: 18 – 32)
Mientras la gran mayoría de nuestros jóvenes no sean
despertados a la realidad del “hombre
integral espiritual”, estaremos cautivos del miedo y la zozobra que produce
la falta de valores, la carencia de oportunidades y desprotegidos de bienestar
social; lo peor es que cuando nos demos
cuenta de nuestro error, estaremos: viejos, arrepentidos y sin fuerzas.
Minga.